Esa memoria estará formada con recuerdos, con olvidos, con silencios, y cierta intención
de protagonismo sea por los malos momentos superados o por los éxitos obtenidos,
con los que se busca una legitimación social.
(Isabel Manzione & Liliana Zuntini)[2]
Riprendendo il discorso del post precedente dobbiamo quindi considerare che l'emigrazione è un'esperienza di crisi, ed ogni crisi implica un'idea di "rottura”.